La mayoría de padres teme la llegada de sus hijos a la adolescencia porque saben que es una etapa de grandes cambios, los hijos dejan de ser “suyos” y pasan a ser “independientes y con una personalidad propia”. Además, siempre está el temor a los problemas, sobretodo, aquellos que pueden dejar una huella permanente y negativa en su personalidad.
El que los padres se preparen para esta etapa en la vida de sus hijos puede hacer una diferencia grande. Esta preparación incluye conocer las características de los adolescentes, los problemas típicos de esta etapa y cómo enfrentarlos positivamente.
En esta etapa los padres pierden protagonismo, pero serán los modelos más importante para los hijos, siempre y cuando, tengan un cierto prestigio. Los esposos deben afianzar su matrimonio, fortalecer la unidad; los hijos necesitan serenidad, confianza, firmeza y límites claros por parte de sus padres.
El mundo actual como todas las épocas, tiene sus luces y sus sombras; por un lado, los avances en tecnología y comunicación, el internet, etc., por otro, los riesgos de abusar del uso de la misma tecnología: el estar hiperconectados, las ideologías que impregnan el ambiente y lo convierten en un mundo consumista, sensual, materialista, etc.
Estas características de la época también han suscitado nuevas problemáticas que afectan a los adolescentes. Es muy importante que los padres estén conscientes y provean los medios necesarios para que sus hijos puedan elegir lo bueno y evitar aquello que los pueda dañar.
Niños y niñas son muy diferentes y también en la adolescencia los retos y oportunidades son distintos para ellos y ellas, aun cuando lo que buscamos para ambos es que desarrollen personalidades equilibradas y maduras.
Finalmente, conviene repasar los criterios educativos generales, tener una visión positiva de la adolescencia y recordar que cada hijo es diferente puede ayudar a que los padres saquen el mejor partido de esta etapa de la vida de sus hijos.
María del Carmen de Camey
Directora General Colegio APDE Entrevalles